Cultura.
- herviaslucia
- 30 nov 2018
- 4 Min. de lectura
33 días.
Anoche estaba viendo un concurso de cocina en Netflix, se llama “Todo el mundo a la mesa”, son 24 chefs compitiendo para sentarse a la mesa con los más reconocidos chefs del mundo, en cada capítulo tienen que cocinar platillos de cada país representado y los tres últimos lugares cocinan para el chef principal de cada país.
En el capítulo de México, el chef Enrique Olvera expresaba lo siguiente:
“Cuando te das cuenta de la riqueza de tu propia cultura, uno se hace más fuerte”. (Enrique Olvera, Chef).
Encontré infinidad de definiciones para la palabra cultura pero esta que escribo a continuación es la que va con lo que quiero compartirles hoy.
Cultura: Conjunto de Saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social o individuo incluyendo los medios materiales que usan su miembros para comunicarse entre sí y de esta forma resolver necesidades de todo tipo.
La mayoría de las definiciones hablan de las pautas que forman un grupo social en específico, pero en este post quiero recalcar la cultura individual.
En concreto, en lo que vive en mí.
Es un conjunto: es plural, es un grupo de cosas, desde que nací cuento con una carga genética con información de muchas generaciones, por ejemplo: de mi mamá herede los ojos, tengo la tenacidad de mi papá, la mueca de mi abuela Tere, las habilidades de mi abuela Genoveva, la agilidad de usar mis manos de mi abuelo Aurelio y podría seguir en listando muchas características que tengo compartidas con todos los lazos sagrados y de sangre que están entrelazados en mi ADN.
Si a estos le voy agregando los conocimientos que he ido adquiriendo por obligación o por gusto, las pautas que la sociedad en general me han enseñado pues es un cumulo grande de varias cosas.
En los últimos 10 años he pertenecido a una cultura muy particular, soy cristiana.
Es una cultura, como decirlo, complicada, maravillosa, tiene sus contradicciones muy marcadas pero es un estilo de vida pleno e íntegro.
Es una cultura que literalmente salvo mi vida, en los últimos dos años he tenido la bendición de empaparme de una cultura muy especial, esta es la Cultura del Reino de Dios.
Más adelante seguramente comentare más del tema pero en este momento me quiero enfocar en lo que decía el chef ,
“Cuando te das cuenta de la riqueza de tu propia cultura, uno se hace más fuerte”.
Todo lo que soy, externo e interno, lo aprendido, con lo que ya nací, mi estilo de vida, todo es “Mi cultura”.
Esta frase me hizo entender la importancia de mi identidad como Hija de Dios y mujer valiente perteneciente a Su Reino.
En este proceso cada instante me doy cuenta que necesito fortaleza, física, emocional y espiritual sobre todo la espiritual.
Es y será un proceso difícil, de muchísimo aprendizaje.
Lo entiendo como una montaña; voy a tener que hacer uso de todas las herramientas que tengo pero algo que me emociona mucho es que Papá me dará herramientas nuevas.
Comencé a hacer un listado de las herramientas con las que cuento, al escribirlas una emoción fue llenándome haciendo que mi piel se pusiera chinita, porque puedo ver que cada una de ellas han salido de victorias sobre momentos difíciles y también de momentos maravillosos que he vivido, pero también de personas increíbles que han sido parte de mi vida pero lo más importante a Papá le ha placido dármelas.
Voy a compartirles algunas, espero de todo corazón que ustedes puedan hacer una lista de las suyas y así darse cuenta de la riqueza que guardan en su interior (porque hasta las más pequeñitas cuentan):
· La Biblia
· La pasión por la oración ferviente
· Tengo apetito por aprender cosas
· Mi sonrisa
· Jugar con las palabras
· Resiliencia
· Pasión
· Mucha intensidad
· Movimiento
· La danza
· Saber defenderme y defender a los míos
· Creatividad
Estas son algunas.

A que quiero llegar, al ser consciente de estas herramientas, de las situaciones de las cuales he salido adelante, lo que he vivido, la gente que está conmigo o estuvo, al estar realmente consciente de esto me he llenado de fortaleza, me empoderar y me ha dado motivos para continuar.
Lo más importante, Papá, todo lo que me ha enseñado, disciplinado pero sobre todo amado, me alienta a continuar, el me fortalece día a día.
Estaba leyendo una frase que va tan perfecto con esto:
“En esta casa no tiramos la toalla, ni al salir de la ducha”
Va tan perfecto con lo que escribo hoy porque en “Mi Cultura”, no se tira la toalla.
La tomamos y la llevamos a los pies del que entrego su vida por mí y por ti también, lo hizo por amor… Jesús.
Podría recomendar mil cosas, porque he probado muchas cosas pero lo único que ha llenado de fuerza mi corazón es Dios. Hay cosas que ayudan sí, pero si se busca una fortaleza plena y completa esa solo proviene de Papá.
Porque es el único que:
Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. (Habacuc 3:19)
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. (Isaías 40:31)

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