Danza.
- herviaslucia
- 3 dic 2018
- 3 Min. de lectura
33 días.
Tuve un sueño que no pudo cumplirse, al menos profesionalmente, quería ser bailarina, por lo que sé también mi mamá soñaba con eso.
La danza siempre me ha apasionado, los géneros que más me gustan son el flamenco, danzas árabes, africanas e Indias.Domino algunos tipos de danza pero sobre todo soy de estilo libre.
Hoy quiero contarles sobre este sueño y de qué forma Papá lo ha ido moldeando, para que de una forma diferente de lo que imaginaba se cumpla.
Siempre me había gustado bailar, tengo buen ritmo y cero pena al hacerlo. Pero deje de verlo como un sueño hace muchos años. Hace 10 años, la danza fue lo que me llevo a conocer de Dios y de Jesús, Mi mamá me regalo un disco de música Judío-Mesiánica, y no pude dejar de danzar, comencé a ver vídeos y conocí a Paul Willbur y otros tantos.
Cuando me bautice, comencé a buscar un ministerio donde me sintiera identificada, así llegue a Danza y Panderos; una conocida de la iglesia siempre me decía que mis manos al moverse en las alabanzas le traían mucha paz. Nunca entendí esos comentarios hasta ahora, creo que no era el tiempo de saberlo.
Danzaba y Danzaba todo el tiempo, hasta que un día me detuve. Deje eso en un cajón. Aunque seguía danzando (moderadamente) durante la alabanza en la iglesia, era un placer que dejaba para casa.
Una vez, una amiga me pidió ir a su casa para dar palabra, cuando llegue ya tenía preparada una habitación para prepararme. Cuando entre estaba un poco perdida en cuanto a que hacer, recuerdo que puse alabanza y escuche en mi corazón lo siguiente: “Danza, porque es tu arma. Quítate los zapatos porque estaba entrando a lugar santo”.
Justo ahí comenzó la leyenda jajaja
Poco a poco en mis momentos de adoración y de oración iba incorporando la danza. Pero no fue hasta Octubre de 2017, donde todo cambió. Fui a un taller de Danza Profética y mi mundo se colapsó. Comprendí que era un don y que efectivamente es un arma poderosa. Yo no tengo buena voz para cantar pero comprendí que tengo un cuerpo con el cual puedo expresarme.
Ese día comencé a experimentar la danza como un medio de comunicación con Papá, con Jesús y con el Espíritu Santo. A los tres lo siento tan cerca cuando danzo, me hablan, pero saben que es lo mejor, ellos, si los tres son mis coreógrafos y me ponen unas rutinas excepcionales.
Mientras danzo también me muestran cosas, me trasladan a una dimensión donde puedo tener instrucciones, dirección y motivos directos para mí, así como a personas que ministro a través de la danza.
La semana pasada, estaba danzando el domingo en mi iglesia cuando mi Pastora se acercó y me dijo no bajes tus manos sigue danzando durante toda la ministración. Al finalizar me acerque a ella para darle gracias por la libertad para poderme expresar a través de la danza y me contestó con lo siguiente: “Me acerque a ti y sentí liberación, el Espíritu Santo me dijo que te dejará cambiar el ambiente”
¡WOW! ¡QUE! ¡INCREÍBLE! ME EMOCIONEEEEE.
Este fin de semana pedí permiso para poder llevar mis banderas, me dio permiso.
Fue increíble y espectacular poder danzar en mi iglesia. Muchas cosas pasan tras bambalinas, en mi corazón y espíritu suceden muchas cosas, parte del trabajo de danzar es estar orando por el lugar, por las personas y escuchar las palabras de Papá sobre un tema en especial y específico.
Danzar me lleva a dimensiones muy diferentes siempre.

Me decía una persona de mi iglesia, que debí de haberme dedicado profesionalmente a la danza, yo también lo creo, pero ahora puedo hacerlo por vocación y por amor.
Amor a quien Ha cambiado mi lamento en baile; (Salmos 30:11).

Comments